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Mitología Yuspika

Mitología Yuspika

Cuando Yutahualpa descubrió que era un guerrero del sol, ya era de noche.
Cuando Yuwaiki descubrió que era un guerrero de maíz, ya no quedaban maizales sino macdonald’s.
Cuando Yukerí descubrió que era una princesa guerrera de sal, miró hacia atrás buscando los ojos de Yutahualpa y Yuwaiki, y se convirtió en una mujer de piel bronceada.

De carne y hueso, todos.

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Mi amiga Clara

Mi amiga Clara

Quise decir, Doña Clara.
Se detiene, y un pensamiento la refresca: "Que extraño placer el recordar, aquellos momentos en los que únicamente vivía el presente".

...¿en qué quedamos?. (piensa todo el que asiste a esta cita).

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Hipoglucemia con cafeína

Hipoglucemia con cafeína

Con el dumbi, dumbi del bajo de fondo musical, Ramoncín (el perrito más tiernín) intentaba ordenar sus pensamientos delante de Alfonsina (la perrita más perrina).
Como cristales de colores, había ordenado todos sus recuerdos e intentaba escoger alguna para contar. Para impresionar. Y que Alfonsina soltará un “GuaoooooO”
Ramoncín (el perrito más tiernín) se paseó sin descanso, por su tierna infancia, por su cruda actualidad, por sus sueños tan soñados que ya eran pasado.
Deseaba esa noche, compartir un trozo de su esencia para gustar a Alfonsina.
Y mientras tanto esperaban el postre.
Y el café.
Ramoncín (el perr...blablabla) se esforzaba por dar con el recuerdo adecuado para ese momento. Nada triste, nada que sonara nostálgico como si quisiera huir del presente. Tenía que ser algo alegre. Que le dejara incluso un poco al descubierto, imperfecto, sin mencionar un logro mayor o la falsa modestia. Una historia donde quedara como un tonto adorable. Algo inolvidable para ese preciso momento.
Ramoncín (el...) empezaba a ponerse nervioso.

Y Alfonsina... Alfonsina (la perrita más perrina) sólo quería que llegase pronto el café.
El dumbi, dumbi le aburría.

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ññññññññññññ

Benjamín va a todas partes en su pequeña moto. Suena brmmmm, al encenderla y luego hace ññññññ al alcanzar la velocidad de crucero. Así va Benjamín en su moto. La moto es imaginaria, claro. Y todos creen que están loco. Benjamín opina que no lo está, y que él únicamente va adelantado a su tiempo. Y es que en un mundo en el que todos los demás cabalgan en caballos imaginarios, haciendo ijiiiiii y piticó, piticó dando saltitos; Benjamín es un auténtico pionero.

Y no, no parece que esté loco.

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La chica y el piano

La chica y el piano

Laia toca el piano y no lo hace nada mal. Está cansada de que le digan, siempre, cuál pieza tocar y lo que los demás quieren oír. (Am). Cansada de esperar aquel que se acerque por delante y le pida una canción para ella (C-G7). Está harta de bajar y subir las manos como los juguetes de un tiovivo. Ya ni siquiera se concentra en la música. Ya ni siquiera desea que aquel se acerque por delante y le pida una canción para ella (Em-B7-G). Quiere que le empujen de la banqueta (#, O’). No, no es cierto (C-G7-F-C). Quiere tocar otro instrumento(Am, Em, G, F#, Gm, Am). No, no es cierto. Lo que en realidad quiere es... Bm, G7, C, Am, C, Em, G, A, G7, B7,

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Dedicado a alguien que alguna vez respondía a los posts, con acordes.

Clementina, la mandarina refrita

Clementina, la mandarina refrita

No sé por qué, pero me he sentado con una mandarina delante del ordenador y he tenido un presentimiento. Un picor. Esas cosas curiosas que ya citó nadie en el post de ayer. Los cuchillos cruzados.
Las mandarinas como mariposas.

Así que no me he resistido y lo traigo de nuevo. Mandarinas refritas. Pero antes he rebuscado en el archivo de fotos y os desvelo el desenlace de aquella historia que ocurría hace exactamente un año. Allí arriba se puede ver. Y ahora... a la sartén...


-- Sólo para niños! (con un año más)--

* Abrirla en espiral, sacando una tira completa de piel. (en esta ocasión, intentar con dos a la vez)

* Partirla a la mitad y formar "mariposas" con dos gajos por alas, unidos por pequeños y suaves tendones blancos. (nada que añadir)

* Dejar volar las mariposas hasta la boca, deshaciendo sus alas con la lengua y tragando el envoltorio con determinación, todo ello al tiempo que otra mariposa vuela de nuevo hacia nosotros. (trazar grandes espirales y algún tirabuzón)

* Repetir con todas las mariposas que salgan de la clementina. Si quedara un único gajo, entender entonces que es una oruga y por tanto una mariposa en estado futuro. (si disponemos de dos orugas, crear una mariposa ficticia es cosa fácil)

* Finalmente, exprimir la delicada piel naranja en forma de tira, muy cerca de un mechero y formar pequeños fuegos pirotécnicos en memoria de las mariposas. (exprimir hasta la piel quedé extenuada)

Repetir.

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El dilema Pascual

"Siempre queremos más"

Es lo que pensó Pascual, al colgar el teléfono.

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Rumbo al sótano

Se abren las puertas del ascensor.

- ¿y qué más da si él sabe pintar, bailar, va al teatro, al cine, a la ópera?... ¿y qué, si en cambio yo paso todo el finde en el sofá mirando las pelis del sábado y los simpsons?
- (...)
- ... Si al final vamos, todos para una puta caja... o un florero si me apuras...
- (...)

Salgo del ascensor.

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Un hombre FABULoso

Un hombre FABULoso

Santi deja detrás de sí las puertas de la verdad y la mentira. Aquellas del juego. A sus espaldas dejó al caprichoso monje que le pidió llenar la habitación con tres monedas de plata. Y unas horas antes había descubierto la moneda más pesada de la docena de un joyero asesino. Y antes de eso tuvo que adivinar cuáles de las cinco rusas egipcias con velo, tenían los ojos azules. Previamente hubo de contar las patas de 600 camellos de una sola mirada y enfrentarse al paradigma de unir nueve puntos con cuatro líneas. Pocos días han transcurrido, desde que no cabalgó por la derecha o por la izquierda, sino por el centro a pesar de ser el camino de oro. En su pasado logró vencer a mercaderes con cuentas extrañas, sufís enigmáticos, juglares listillos, reyes insaciables, doncellas caprichosas... unos cabronazos todos.

Y ahora Santi, harto de resolver mil puzzles y recorrer 10 mil veces el mundo, lo único que desea es beber media jarra de cerveza.

Pero el tío del bar, un poco en broma, un poco en serio, le dice a Santi que sólo dispone de una jarra de ocho litros, y que para darle media jarra sólo dispone de otras dos jarras de cinco y tres litros... y que tiene que currárselo en menos de 1 minuto, antes de que aparezca el demonio de la cerveza tibia.

Y Santi se echa a llorar amargamente.

*

El misterio de San Ginés

El misterio de San Ginés

Aquí el tema no versa sobre si se han encontrado después muchos años o han quedado como todos los sábados por la tarde.
No se trata de dilucidar si son amigas, amantes o hermanas.
Tampoco de sorprenderse por la impresionante postura espejo que tienen las dos.
Ni ahondar en las miradas, ni inferir lo que dicen o lo que escuchan.
Mucho menos abrazar la imagen como si estuviésemos viendo una obra maestra en el Prado.

Aquí, el enigma, la cuestión por resolver, el misterio misterioso ES ¿por qué sólo una ha pedido chocolate, estando dentro de la exquisita y famosísima chocolatería de San Ginés en Madrid?

Mejor ni hablar de la ausencia de los churros.

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Huyendo

Huyendo

He aquí a Manolo, que huye cada vez que puede, de muro en muro, de ciudad en ciudad, de artista en artista.

Y es que Manolo es así de sorprendete y huidizo.

Cada vez que le veo haciendo sus juegos malabares me da una risa. Manolo te cambia la vida y desaparece para siempre. Una risa.

*

Y si te viese...

... verte es reconocerme, allí entre la multitud, frente a la ventanilla, comprando un billete.
Incluso si no te conociera, mi mirada te extraería de la densa multitud, y volverías a ser un imán que atrapa los colores, las esferas, los botones del abrigo.

Verte una y otra vez, conciéndote o no. Siempre te elegiría a ti.

*

No intentar en la moqueta

No intentar en la moqueta

¿Alguna vez habéis deslizado adrede sobre una tarima que invitase a hacerlo?
Una pequeña carrerilla y !fuissssssss!, dejando que las suelas resbalasen con la mínima fricción. Antes de hacerlo, mirar a los lados, no vaya a ser que nos pillen y quedemos como unos idiotas.
(mirar, mirar, tap, tap, tap, fuissssss!)

Hoy conocí a un hombre que va a todas partes de esta forma. Ni siquiera se molesta en mirar. Simplemente va a trompicones y !fuissses! por la vida.
Por las tarimas del mundo. Con las suelas perfectamente gastadas.

!fuisssss!

No sé que le pasa por la cabeza para "caminar" de una forma tan extravagante. Pero avanza. Como un extraño ferrocarril que frena y acelera mientras el maquinista se despeina y hace equilibrios con el cuerpo.

!fuisssss!

Y lo mejor de todo, es que verle no da vergüenza ajena, sino todo lo contrario: unas ganas de imitarle, de viajar de aquí para allá de esta manera, cantando, moviendo los brazos y el culo como un esquiador, sobre nieve invisible, tarimas y suelas preparadas: y FUISssssssssss!

Mañana me acercaré el primero al centro comercial que me pilla cerca de casa.
Tienen suelo de mármol.

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Cuento chino

Cuento chino

Encontró un pequeño papel dentro de su chaqueta que llevaba escrito un mensaje incomprensible: “Esferas rojas, cantan sobre el hueso de pollo roto que te llevará a Helsinki”. Subió el volumen de su walkman y se apretó el cuerpo con los dos brazos. Entró en el viejo, y aparentemente limpio, bodegón chino y pidió Chopsuey para llevar. Mientras esperaba observaba a dos chinas de kimonos rojos hablando cantonés y a otro que leía el periódico en vertical, también en cantonés. Entendía lo que hablaban por los gestos de sus rostros. El hombre del periódico se balanceaba sobre la silla contra la pared haciendo equilibrios en dos patas. De ambiente cargado y extraño, el sol no entraba en aquel lúgubre local, pero eso estaba bien. Para todos. Una chica joven sobre dos zancos se acercó despacio a la barra, dejando el chopsuey, y al instante siguiente echose a correr rumbo a la cocina, atravesó las cortinas pekinesas para traer la soja y salsa agridulce, que había olvidado. Las metió en la bolsa de papel con una sonrisa y diciendo algo ininteligible. También metió una galleta de la suerte. Así que con desgana y mientras pagaba la comida envasada, abría la galleta de la suerte para extraer el minúsculo papelito. Con el crack de la galleta, el hombre del periódico resbaló y cayó rompiendo la silla marca “chicken bone”, y acto seguido una cascada de risas como una melodía salieron de las dos chinas. El chino desde el suelo y entre hojas rotas del periódico no supo que el papelito susurraba: “Muy pronto conocerás Helsinki”.

Adentro, en la cocina, un chino experto calígrafo de la aldea de Xiun-Xang, escribía papelitos ayudado por una guía de travelprice: “Muy pronto conocerás Roma”, “Muy pronto conocerás Praga”, “Muy pronto conocerás Nepal”, “Muy pronto conocerás...”

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Pro...ja!, ja!, ja!... mesa

Pro...ja!, ja!, ja!... mesa

Este año,...
... si lavaré el coche.

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Mitología sui generis

Mitología sui generis

Lo contaré rápido no vaya a ser que Ícaro nos caiga encima antes de tiempo.

Era cierto, Ulises llegó y Penélope bailaba rodeada de 40 ladrones que hacían palmas y la instaban a pasar por debajo de tela ya terminada que hacía las veces de una barra de limbo. Todo en el ambiente estaba contagiado del limbo tropical. Que desilusión, pensó Ulises, que sin perder un segundo se enfundó en las botas de cuero, cargó sus dos revólveres, lanzó lejos su arco y sus flechas y a ritmo de limbo se cargó a todos menos a Penélope. Aquí fue cuando... PLAF!... cayó Ícaro del cielo sobre la radiante Penélope.

Ulises se dirigió rumbo al oeste, unos hombres de bronce cogieron su arco y sus flechas y nunca más se supo de él.

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El hombre azulado

El hombre azulado

Un hombre azul, habla solo delante de una pantalla de ordenador en un cibercafé al otro lado del mundo. Al otro lado del mundo de donde estás tú. Allá donde estés, él se sitúa al otro lado del mundo. El hombre azul tiene los pies helados, lleva un día agotador, de reuniones donde hay que reír de cosas... de cosas que son realmente ridículas, y por lo tanto divertidas. Por esa razón ríe el hombre azul. Pero anoche al hombre azul se le ha muerto el portátil de casa, y simulando a Nerón le ha prendido fuego azul a grito de “¡a muerto el portátil!, ¡Viva el portátil!”.

Al otro lado del mundo un hombre azul de pies helados se pregunta delante de una pantalla de ordenador en un cibercafé, qué hace a esas horas escribiendo estas líneas.

Y aunque él no lo sabe, todos sabemos inexplicablemente, que hay una niña azul al otro lado del mundo que si lo sabe. Como el otro lado del mundo es donde tú estás, entonces eres afortunado de saber lo que dice la niña azul. ¿Qué dice, qué dice la niña azul?.

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Tapa 3 - Variante #2


Ingredientes:
Dátiles
Anchoas
Granada
Parmesano en cubos
Aceite y vinagre de Módena

Preparación:
Viajar a Módena sin aceite y sin vinagre. Sentarse bajo una palma de dátiles. Sacar el queso parmesano en cubos y abrir delicadamente el envoltorio. Acompañar de un vino bueno. Pasar a las anchoas con entusiasmo. Por último picar trocitos de granada con granos grandes y jugosos y masticar con tranquilidad.

Dormir bajo la palma.

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Expectadora

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Amerikanskie gory

Amerikanskiegory

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