Karma
Alfredito, detesteba ese punto en su trabajo, en el que todo iba espectacularmente, en el que su jefe rezumaba orgullo y satisfacción y sus compañeros le adoraban, porque a partir de ahí, todo iba a peor.
Un error al acecho; un día tonto; una palabra mal dicha.
Por eso Alfredito decidió enfangarse en el pozo de la mediocridad y vivir al hilo de los demás.
Luego se multiplicó y está sentado a tu derecha ahora mismo.
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7 comentarios
nadie -
la sombrilla insolada -
Patricia -
Pero vamos, entiendo lo que dices
la sombrilla insolada -
Decía que me gusta ese final, rápido y fulminante.
Y también le decía algo a Nuala, sobre echarle las culpas a alguien o no echárselas, pero no me acuerdo de nada. He sido abducida por un ejército de toldos y no soy capaz de recordar nada.
SebastianDell -
O yo.
niña azul -
el golpe de efecto del final, en mi tierra se llama dar un tristrás.
Nuala -
¡A mi derecha no hay nadie sentado!. Cosas de trabajar en casa: ¡no puedo culpar a nadie de mi mediocridad!
snif