Sebastián, el justiciero
Aquí tenemos a Sebastián, un chico correcto y justiciero. Asistió a la escuela Harvard de los extintores. Siempre bien presurizado y rellenito. Es el buen marido de las alarmas contra incendio.
Es obediente, informado y posee la manguera más flexible de todo el lugar.
También es obstinado y un poco pretencioso, pero puedes contar con él cuando los lengüetazos de las llamas estén detrás de tu espalda.
Sebastián, sueña con el día en el que sea el héroe de todo el aeropuerto evitando un fuego abrasador.
Lo que no sabe, es que su destino final será apagar la papelera de una cabina del servicio de señoras, por culpa de una fumadora desosegada que apagará mal su cigarro.
Se agradecen unas palmaditas de ánimo, en su espalda. Se las merece.
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9 comentarios
carlos -
ai.
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SebastianDell -
Y respecto al tomate, de eso se trata, de eso se trata... a ver si pillamos un pellizco que nos permita retirarnos de esta vida tan miserable...
Nuala -
Hum... SebastianDell, ¿es eso tu manguera o es que te alegras de vernos?
Gracias por aparecer y despejar la incógnita. La buena noticia es que de repente he visto la luz: ¡plin! (bueno, no tan de repente, he tenido que leer primero tu blogo.)
La mala es que a este paso salís todos en el Tomate.
SebastianDell -
Como niños en un parque de atracciones :)
SebastianDell -
;)
fujur -
Lo mejor de todo lo del baño. Pies a tierra :D
(V) -
Nuala pirómana -
(Yo quiero que Fujur me explique el chiste, porque no lo pillo.)
fujur -
(Si es por donde yo creo que va, entonces diez veces más qué risa)