Maximum fabulae
Esta es la historia de dos hermanos. O de tres.
Cap. I El bien que no se ve.
Alnitac y Alnilam nacieron para hacer el bien. Juntos iban y venían por la ciudad rescatando a los inocentes (las buenas personas) de sus tribulaciones. Grandes eran sus proezas por pequeñas que parezcan. Solían batir sus capas en los días soleados y creaban esa brisa inesperada que refrescaba sólo un segundo, justo al borde del sofoco. Soplaban pasteles calientes, evitando quemaduras en bocas inquietas. Susurraban aniversarios apunto de olvidar. Asomaban llaves u otros objetos pequeños exactamente el milímetro necesario para ser vistos a tiempo.
Alnitac y Alnilam eran unos superhéroes imprescindibles para ciudad-quo-kao.
Cap. II El mal que llega.
Alnitac y Alnilam, hacían el bien porque eran buenos, pero uno de ellos era más bueno que el otro. Sólo un poco.
- Buenas noches, Alnitac-, dijo Alnilam justo antes de dormir.
- Buenas noches, hermanito -, dijo Alnitac casi a punto de empezar a soñar.
Pero Alnilam no tenía sueño. Se quedó trasnochado mirando el techo y pensando quién de los dos había realizado más acciones buenas durante el día. Durante la semana. Durante la vida.
Y descubrió Alnilam, esa noche, que su hermano le sacaba ventaja por una buena acción.
Cap. III Alnilam.
Alnilam se marchó de madrugada, maldiciendo la vida. Pero sobre todo, maldiciéndose a si mismo. Y se hizo malo. El antihéroe malvado de ciudad-quo-kao.
Los ojos de Alnilam encerraban en realidad toda la maldad del mundo.
Cap. IV La lucha del bien contra el mal.
Según pasaban los días, la lucha fue más encarnizada entre Alnitac y Alnilam. Sería largo de contar cada batalla de esta guerra entre hermanos. Dos palmas abiertas una contra la otra. Alnilam escondía la lluvia que empapa, tapaba el sol con un dedo, llenaba el aire de olores incómodos. Alnitac hacía lo posible por contrarrestar toda maldad que dejaba su hermano por la ciudad. Y de paso hacer el bien. Alnitac chasqueaba la lengua contra su paladar y refrescaba el aire, recorría el cielo con espejitos creando una lluvia de soles, sorbía caramelos de menta para resoplar por allí donde no se podía respirar. Fango contra hierbabuena. Carbón contra esmeralda.
En eso consistía la guerra entre Alnitac y Alnilam.
Cap. V La batalla definitiva.
Un día Alnitac y Alnilam se encontraron cara a cara, en mitad de ciudad-quo-kao. Lucharon por siete días y siete noches, destruyendo toda la ciudad. Dejando cascotes y fuego por todas partes. En un lance a traición, Alnilam hirió de muerte a Alnitac.
Y antes de caer, Alnilam recogió suavemente a Alnitac sobre su regazo. Abrazándole.
Cap. VI Alnitac.
Alnitac murió. Pero antes de hacerlo dijo: Buenas noches, hermanito. Y Alnitac se fue al cielo desde donde empezó a soñar. Alnilam hizo con esa una buena acción que igualó la balanza entre ambos. Sólo entre ambos.
Y Alnilam plegó a Alnitac contra su pecho.
Cap. VII Mintaca.
Alnilam lloró desconsolado y comprendió su error. Y se hizo bueno nuevamente. Pero estaba solo. Y vivió náufrago durante cien años, hasta que apareció Mintaca, quien le cogió de la mano y le llevó al cielo junto a su tercer hermano. Mintaca había presenciado la historia de ambos, sin decir nada.
Le llevó a la región de Orión, de donde eran los tres, donde toda esta tristeza, vileza o bondad no tenía sentido.
Porque toda la historia, no son más que 7 minutos de una tarde de juegos de tres hermanos curiosos y risueños.
Mañana Betelgeuse.
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13 comentarios
Glassy -
Borjo -
XD
carlos -
la verdad es que de todos modos me asombra el detalle que haces de la foto.
asombroso, de verdad.
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(v) i r e t a -
parariro riro riroriroooo rirorirooooOoOooooooo plas plas plas!!
Glassy -
Capítulo II: Alnitac aventaja a Alnilam por una buena acción.
Capítulo VI: Alnilam eleva a su hermano muerto a los cielos y con eso se equipara la balanza de buenas acciones.
Pero en el capítulo IV: "Alnitac hacía lo posible por contrarrestar toda maldad que dejaba su hermano por la ciudad. Y de paso hacer el bien". Su platillo estaba ya un poco más cargado de buenas acciones. No era sólo una la que les separaba...
Esa era mi duda. Soy todo ojos.
carlos -
sombri, esta historia la escribí, antes de que los indios existieran.
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carlos -
guis, había pensado en escribir 7 posts de esto... pero ma habría aburrido enormemente el resto de l semana.
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la sombrilla insolada -
Por cierto, tu historia tiene mucho de leyenda India. Y lo digo de verdad, que la he leído hace bien poco.
Patricia -
Besos
Patricia -
guisante -
Glassy -
Rosebud...
nadie -