Blogia
Spica *

Una historia real (sin vueltas)

Una historia real (sin vueltas) Hoy mientras caminaba por la tranquila pradera de San Isidro, junto con cien millones de personas me encontré con una vieja amiga de la universidad.
Ella iba de la mano de su novio, una especie intelectual venido a menos, que intentaba mimetizarse con el espíritu de San Isidro. Y es que llevaba una boina de reglamento, un clavel en la chaqueta y sus pies se movían un poco al ritmo del Chotis.
Y yo que llevaba una cámara Nikón SUPERSUPERSUPER indiscreta, puse cara de reportero fotográfico, mientras acercaba mi objetivo a su flor roja. Todo ello en el tiempo que tardaron en saludarme.
En breve me encontraba diciéndoles que hacía un reportaje fotográfico sobre la fiesta más clásica de Madrid y que ahora estaba trabajando para una revista Croata, luego de renunciar a la National Geographic. Mentía, claro. Ante sus miradas de asombro rematé con la explicación de que en N.G. (abrev. de National Geographic que yo pronuncié “en-yi”) habían roto abruptamente con los primeros ideales de la fotografía periodística. Y con mi objetivo seguía apuntando a su clavel.
Que capullo.
Yo, claro.

Entonces él, con cara sorprendida, empezó a decir lo curiosa que era la vida con sus coincidencias, ya que ellos estaban allí de incógnitos, disfrazados, intentando vivir la fiesta desde adentro con el objetivo de escribir un libro sobre la tradición más clásica madrileña. El libro era para una editorial Croata y él era un ex-escritor de TIME. Y con su objetivo apuntaba a mi cara roja.
Que capullo.
Él, claro.

Y ella, allí en medio de los 100 millones de personas, nos miraba de hito en hito, de objetivo en objetivo, de pupila dilatada a pupila contraída.
Que mujer.
Ella, claro.

Lo extraño es que los tres sonreíamos cómodos y cómplices con la situación.

*

17 comentarios

supra footwear -

Life find its wealth by the claims of the world, and its worth by the claims of love.

Carlos -

Si... todo fue un engaño!

Ella y su orgía -

O sea, que te engañé con mi máscara de antigua compañera de la facultad.
El plan llegó a buen término.
Por cierto, me ha encantado tu manera de rememorarlo.

fujurdragonblanco -

Panda de mentirosos.. todos... enfermos, no os libráis ni uno. Como si ir por ahí mintiendo os hiciera creer más en vosotros mismos. Estáis enganchados.

Haré una cruzada. Tendréis noticias.

valpertuna -

de p... a p..., TaconazO.

Nepomuk -

Hombre..real será la historia, pero sin vueltas, sin vueltas...no sé yo.

En todo caso, ya que no tuvo a bien acercarme la compra del supe, hágame la gracia de traerme una muñeca chochona.

Croata, por supuesto.

lu -

jajajaajja, qué divertido.
¿y ella con cara de póker?

guis -

ay ay ay carlos, seré que estoy yo muy sensible pero me ha encantado este retrato tan costumbrista....

con sus detalles perfilados
sus insultos sincronizados
...

ya es hora: ¿ a qué te dedicas?

Nuala -

A mí la foto me recuerda a una escena de Jules et Jim, la peli de Truffaut. O sea que no la veo nada castiza.

De hecho me lo imagino como un cruce entre la Verbena de la Paloma (Pichiiiiii, es el chulo que castigaaaaaa) y un cuadro de Goya de esos donde están de merendilla. No os he puesto a jugar a la gallinita ciega, ni a mantear a nadie, pero sí he añadido al cuadro un barquillero y una caseta donde venden unas porras bañadas en chocolate impresionantes para darle color. Hala. Por imaginación que no sea. :D

vireta -

no.... a mi te aseguro q no me encuentras por alli... lo castizo me provoca olor a rancio y a naftalina... claro será q nunca he ido...

nadie -

Por cierto, la foto con que ilustras tu comentario te ha salido de lo más castiza ¿eh?

Carlos -

Si claro, ahora va a resultar que todos vamos a coger agua del santo y a tumbarnos a empacharnos con tortilla...

*

evam -

Vaya, yo también andaba por allí, en realidad os estaba observando a todos porque estoy realizando un estudio de la blogesfera (¿se escribe así?), encargado por el centro nacional de inteligencia (¿tenemos de eso?)...

Nuala -

Por supuesto, ella no dijo nada.

Ocupados en demostrar quien contaba la mejor trola sin que se le moviera una pestaña, se les olvidó preguntarle a ella, que pestañeó sorprendida al presenciar este combate dialéctico. Pensó "pos fale", puso cara de paisaje y se bebió una cerveza y comió unos pinchos observando tranquilamente el espectáculo que ofrecía la pradera y el de dos hombres hechos y derechos jugando a ser croatas. Sonrió y se dijo:

- Hombres...

Y se abrió otra cerveza.

nadie -

Posiblemente TODOS los que estuvimos en la pradera estábamos disfrazados, intentando vivir esa fiesta tan auténtica desde adentro, para hacer un reportaje o escribir una novela.
¡Que bonito!
Pescadores pescados.

bacterio -

Duelo de sueños al mediodía.

Saludos

Carlos -

y claro... luego nos tumbamos en la pradera de San Isidro a comer morcillas, pinchos y beber cervezas como croatas.

*