Yo es que siempre me pregunté si...
Y el genio preguntó lo de siempre con una enigmática sonrisa en la cara.
- ¿Qué va a desear el listo de hoy?... anda, pide por esa boquita, guapetón!
- Quiero ser el genio de la lámpara y que tu seas mi mujer, y tengas reluciente el interior de la lámpara y me des una vasta descendencia de geniecitos y geniecitas-, respondió el listillo.
Y el genio se quedó muy serio.
Calladito y un poco jodido.
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