Infusión, ¡no!, una bolsa de té
Raquel se despierta sola y camina, ¡no!, se desliza a la cocina, detiene su mirada en dos tazas sucias de café de la mañana anterior. Dos tazas de café. Coge una taza nueva, y piensa en preparar un té. Se mira la cara en la vitrocerámica mientras hierve el agua. Quiere desprenderse de todos los olores, de todas las palabras, del aturdimiento de las últimas horas.
Pero, ¡no!, es mentira que espera a que el hierva el agua, porque el agua no debe hervir. Aprendió ella a no dejar que hierva. Tampoco quiere desprenderse de todos los olores, ¡no!, porque hay un olor que es necesario, que es elemental que inunda los espacios cuando surge al contacto con el agua. Cuando ella quiere. Cuando el agua no hierve aun.
Todos los demás aromas sobran esta mañana. Todos menos un olor encerrado dentro de una bolsa de papel.
Porque al fin y al cabo, Raquel, es una bolsa de té.
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16 comentarios
Sá -
En cuanto al te, era, sí Guisante sí Pu Er. Que siempre me hace pensar en Pu aj. De Mafalda.
carlos -
eximido queda, entonces, el primero.
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burma -
Nuala -
Carlos -
Pero esperad primero a que Sá configures su PC, Guis deje de tener deja vu´s y la sombrilla nos crea que ya sabíamos que era ella.
Lo de nadie, va a estar complicado con la Welch entrada ya en años.
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la sombrilla insolada -
carlos -
voy a ver mi buzón y regreso.
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Nepomuk -
¿Ya miró su correo Don Carlos?
nadie -
Nuala -
Ah, eso explica que la sensación sea PLACENTERA, Burma.
De tu Raquel bíblica decir que fue la verdadera esposa de Jacob, la que él siempre amó, desde el principio. Prometió a su tío trabajar siete años para conseguirla. Y eso hizo, a pesar de que siempre había sido un tarambana. Pero su tío le engañó y le hizo casarse con Lea, su hermana, con la que tuvo varios hijos, aunque nunca la amó. Trabajó siete años más y finalmente consiguió casarse con Raquel. Pero ella no podía tener hijos. "El anhelo se expresaba en las palabras de Raquel a Jacob: «Dame hijos, o si no, me muero» (Génesis 30.1)." Y Jacob (o mejor dicho, la magnificencia divina) le dio dos (José y Benjamín), aunque técnicamente sólo tuvo uno. Y murió tras el parto. Hay que tener cuidado con lo que se desea.
La debilidad de Raquel fue no creer en el amor de su marido. Ella temía que si no le daba hijos él dejaría de amarla. :)
Burma puñetera -
Ah, y ya se me ha ocurrido una asociación inteligente: LA BOLSA DE TÉ ERA LA PLACENTA.
burma nualizada -
Lease: Génesis 25:16-20; Jeremías 31:15
El grito que dio Raquel al morir fue "Benonni"; Benonni significa "hijo de mi dolor".
El Señor se muestra soberano e independiente al decidir hasta qué extensión cada mujer que pasa a ser madre participa en la maldición del Paraíso: "En dolor darás a luz los hijos." La intensidad del sufrimiento varía. Algunas, ante el gozo por el hijo apenas consideran que han sufrido. Otras sufren terriblemente, y para algunas significa la muerte. Raquel fue una de ellas. Una vida por otra.
Nadie puede decir lo intenso del dolor sufrido por Raquel en su agonía al dar a luz a Benjamín, camino de Betel a Belén. Probablemente, esperaba poder llegar a Belén. Pero no fue posible. "Y hubo dificultad en el parto" nos dice la Biblia. La partera le aseguró que el hijo llegaría, pero al nacer el hijo se le salió el alma. "Benonni", exclamó Raquel "hijo de mi dolor".
Raquel era una mujer femenina en alto grado. Jacob había sido cautivado por ella. Probablemente, no vio mucho más en ella. Pero con esto le bastaba. La amó desde el principio."
http://adorador.com/mujeresdelabiblia/raquel.htm
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¿Conclusiones? No sé Nu, ayúdame a decir algo inteligente.... o me limitaré a suscribir y rebotar las interesantísimas reflexiones con las que nos invitan a divagar en esa página....
Preguntas sugeridas para estudio y discusión:
1- ¿Cuál era la debilidad de Raquel?
2- ¿Qué prueba tenemos de su fe?
3- ¿Qué profecía hizo Raquel que se cumplió?
burma -
Nuala -
Siendo una bolsita de té, al echarte el agua las partes solubles se disuelven en el agua. Por un proceso de fusión llegamos a la infusión.
Las partes insolubles rodean de signos de interrogación la ceremonia. Un testimonio de que no sabemos si Raquel acaba de nacer, realizarse o inmolarse.
Los olores, por persistentes que sean, acaban desvaneciéndose siempre. Sólo podemos elegir cómo desaparecer: encerrados en una bolsita o liberados por el agua de una taza, conservándonos en seco hasta alcanzar nuestra fecha de caducidad o morir entre unos labios. Entre ser una bolsita sin usar y una usada, yo lo tengo claro. :)
En todo caso, nadie desea olvidar una buena noche. O sea que lo importante aquí es no equivocarse al elegir con quien compartirás el café a la mañana siguiente. Creo.
Anónimo -
MODO PARANOIA OFF.
Bonita foto Señor Spica.
guisante -
cielos! estoy teniendo un deja-vu!!
será raquel?