Custodia
A Custodia, en el bar, siempre la confundían con Concordia y eso la fulminaba.
No se puede tener un nombre así, decía.
Pero no aclaraba cuál.
Vaya por dios.
Un día apareció una Concordia, en el bar, y para Custodia todo fue armonía, paz, tranquilidad, simpatía y conciliación.
Por fin Custodia era Custodia y Concordia todo lo demás.
Vaya celo, reserva, acecho, amparo y cuidado el de la primera.
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(basado en hechos reales. No se imagina usté cuánto, aquí en el bar en frente del trabajo)
1 comentario
KSNDR -
un saludo carlos