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Spica *

De compras

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Y en el centro Max. Afilando su cuchillo contra el amolador mellado, para rematar con dos pases rápidos de la hoja sobre su palma abierta y un golpecito sobre el tronco que hace de soporte. Max es mi carnicero y me he fijado que siempre hace ese ritual antes de hacer filetes perfectos.
Máximo tiene solera y honestidad, lo cual tratándose de cortes de ternera se agradece como pocas cosas en un mercado. Antes de llegar a su puesto, su voz se escucha claramente sugiriendo qué es lo mejor del día: los mejores chuletones de tu vida, la mejor carne picada para albóndigas, las manitas de cerdo más ricas, el lomo de ternera más suave,...

En el fondo, pareciera que Max quiere ligar con todos sus clientes, entre tanto piropo gratuito. Pero lo único que quiere es recomendarte un buen ossobuco para hacer sopa. Y yo me llevo el ossobuco convencida. Entonces, Max sonríe satisfecho.

Después de tantos años, he descubierto que llegar a su puesto me apacigua del jolgorio matutino. A lo mejor es porque siempre me pregunta alternativamente por uno de mis niños, a la vez que va cortando alternativamente las chuletas de Sajonia. Estoy segura de que todos sus clientes, al dejar su puesto, continuamos la compra más alegres y relajados.

Lo siento por Antonio y Marta (mi pescadero y charcutera, -alternativamente-.)

Pero ¡oh!, aun había algo más que contar...

*

Ilustración de Ariel.
Textos de Carlos o Sá.
Idea original de Sá.
Inspiración de nuestros sábados de mercado (La Boquería y Maravillas).

9 comentarios

Nepomuk -

Deberías reescribir el post con una mención especial hacia los \"vegetarianos a excepción de chuletón de Ávila\" como yo.

would -

Lo que me pierdo por comprar los filetes en bandejas...

Marisma -

¿de verdad eres tan mono? :D ¿con esos pelillos revueltos?

Nuala -

Así da gusto hacer la compra, Sá. :)

Nepo eres un genio. :D

carlos -

!!si soy yo!!... evidentemente, a partir de hoy, todo el que lea este blog, podrá reconocerme en la calle y saludarme...

yo invitaré las cervecitas, por supuesto.

*

Anónimo -

¡¡eres tú!!

nadie -

Corteme los piropos finitos y que no tengan nervios, que si no el niño no me los come. Y écheme un güeso bueno pal caldo. ¿Que le debo?

niña azul -

jojojo, locos, todos locos. ¡cuantas vueltas!

Sá -

Estoy contenta, gracias Carlos. y Ariel