Blogia
Spica *

Palomino Remolino

Palomino Remolino

Lo de Palomino no podía ser normal y todos creen que empezó con los huevos.
Los huevos fritos......... los cuales daban tres, cuatro, cinco saltos mortales antes de descansar nuevamente sobre el sartén.

Y es que a Palomino le encanta cocinar. Adora cocina. Le fascina. Pero más que cocinar, con lo que realmente disfruta es lanzando la comida hacia arriba dejando que den dos, tres, cuatro o cinco giros para caer elegantemente sobre la sartén, wok o parrilla portátil.

Todo vale, con tal de que la comida que prepara, toque la estratósfera y baje bendecida por San Pedro, al plato.

Obviaremos el hecho de que mientras adquiría maña, en su movida juventud, el techo de su cocina era un verdadero collage de tortillas, pizzas, alcachofas, curry, champiñones, guisantes, mermelada de piña, y vaya usted a saber que otros ingredientes.

Con solemne profesionalidad, Palomino aprendió a lanzar las tortitas dulces con una mano, mientras con la otra lanzaba la mantequilla y la mermelada, haciendo que en cada cara (mientras la tortita gi-ra-ba) cayera la una y la otra respectivamente. Limpiamente, para caer simétricamente doblada sobre el plato al lado del fogón.

Y más.

Las doradas a la plancha eran una especialidad digna de verse en vivo y directo, ya que Palomino lanzaba la inerte dorada, con un mágico movimiento de muñeca que la hacía dar veinte tirabuzones mortales (¡veinte!) y que de cuajo le arrancaban todo el espinazo y las ristras del desmadejado pescado. Para caer, por supuesto, sobre una fuente de arcilla con patatas mareadas a la sal.

Y es que lo de Palomino no es normal. Todo lo lanza por los aires con exquisita finura y removido arte. Todo lo marea antes de engullirlo. Todo entra ya virado, antes de morderse.

***

Este finde Palomino, me ha invitado a comer hamburguesas en el jardín de su casa. Llevaré mi cámara de video. Y el telescopio, claro.

*

5 comentarios

Sá -

Y Spica es Swica. Hay Carlitos, Carlitos, qué malo eres.

Patricia -

Por cierto, nuala, acabo de entrar en swibel (todavía no he tenido tiempo de leerlo, ejem) y ya no es swibel, sino spibel...

Esto empieza a dar canguelo... jejeje

Patricia -

juer con Palomino, que arte no? sobre todo lo de untar la mermelada y la mantequilla en el aire.

Desde luego, no te olvides la cámara porque a lo mejor luego te haces famoso con el vídeo (famoso tú como cámara)

Nuala -

Y además de lo que dice Amelie, son ligeras y no engordan.

Amélie Poulain -

Una hamburguesa espacial, vivida, con experiencia. Antes de comértela ella ya está de vuelta de todo. Y sabe mejor. Palomino es un genio.