Una página del Océano
Se llama Adriana y era la niña más hermosa que un niño de diez años pudiese tropezar con sus ojos. Nunca con las manos. Ella saltaba como un delfín en esa piscina gigante, que en realidad era pequeña. Piscina de cuatro costados. Y a Adriana le pasaban rozando todos los niños-tritones de su edad, admirándola, buscando una mirada o una palabra.
Se llama Mario y siente el cosquilleo en el estómago que anuncia que algo va a pasar. Algo que no pasa, en realidad. Pero Mario vive de posibilidades y cada una es un capítulo emocionante que siempre tiene el mismo esquema: ilusión en el encuentro, discurrir del tiempo inactivo y desenlace resignado cuando cierran la piscina y va rumbo a casa, donde le espera la merienda. Chocolate y refresco no se mezclan.
Pero Adriana, a pesar de ser una sirena, sabe lo que piensa un tritón. Y al revés no sucede, porque un tritón sólo sabe lo que piensa un tritón. Por eso existen mil enciclopedias sobre tritones y ni una servilleta escrita a doble espacio sobre el sentir de las sirenas.
Adrianas inaudibles. Marios que miran debajo del agua.
Y Mario y Adriana juegan en la misma piscina a dos juegos diferentes. Un juego en el que Adriana se casa con un baterista del barrio y Mario recorre dos veces el mundo. Y son tan diferentes, que al final, Mario regresará a esa piscina y Adriana ni se acordará de que sabía nadar.
*
12 comentarios
iralow -
carlos -
Adriana no se llama Adriana, se llama Alicia... y era el ícono "atrapacorazones" de la piscina a la que iba de pequeño hasta los 14 años. Jugábamos a mil cosas junto a otros 20 ó 30 niños. Al pilla-pilla, al escondite, a los buenos y los malos... y un día ella con 15 años, un baterista la pilló. Y la embarazó y se casaron y fueron infelices y no comieron. Con el tiempo, su estampa se fue desdibujando... y alguna que otra vez, al encontrarte con algunos de esos compañeros de juegos, se solía soltar algo como: "joder, te acuerdas de Alicia!!".
Y la respuesta era un mirada perdida y un viaje a la piscina del pasado.
(valdrá la pena retoma esta historia, de manos de su madre... una persona absolutamente genial. y un poco loca.)
*
la sirena olvidada -
unaasinblog -
carlos -
¿qué tal el baterista?
*
una sirena olvidada -
y a veces sí lo sabe, pero lo oscuro del tiempo pasado le da demasiado miedo como para volver hasta allá.
carlos -
Andersen, marineros, sirénidos, algas y nudos de garganta, es parte del universo de Adriana y Mario.
*
Nepomuk -
por los calzones de Andersen... ¿no se llamaría Ulises?
niña azul -
Jo, No se te puede leer a la hora de comer. snif.
nadie -
Nuala -
Érase un niño hecho de notas que cantaba pero no sabía hablar.
Érase una sirena en un mar de plexiglás.
Érase un tritón viajero que caminaba sin parar.
Nunca se dijeron nada, ni fueron a ningún lugar. Pero esto es un cuento. No la realidad.
la sombrilla insolada -