AKELARRE 1.0
Edición especial de una noche de Akelarre.
No soy yo quién, para hablaros de brujas y de noches de lluvia.
Vísceras, palabras, miradas, risas... si oyes un muhahahahahahaha, son ellas que se ríen muy dentro de la caverna.
Caverna de diseño. Ambiente de mp3. Humareda inexorable.
Reunión de quienes diariamente acostumbran a preparar hechizos y brebajes, transformando príncipes en sapos y gatos en caballeros danzantes. Con la palabra, la emoción, la asfixia o simplemente con los pies.
Tapiz multicolor de todo cuanto miran, oyen y tocan.
Cuatro brujas contemporáneas, que se angustian por verse, por llevarse sorpresas en la bolsa, cuasimodas perfectas y adorables, cutrelux a toneladas, chantajes en los azulejos, historias de carreras por la ciudad...
Y si me equivoco y no son ellas brujas, porque al fin y al cabo la brujas son malas-malísimas, entonces llamémoslas brujas blancas, excepto a una que le encanta el negro. Y estas brujas blancas captan un pedacito la una de la otra, aunque no lo digan o no lo crean, y se hacen más brujas para seguir camino de la nada, llenándolo todo sin saberlo o sin decirlo.
Pero finalizo aquí mi cuento, que no soy yo quién, para hablaros de brujas.
Llueve en Madrid y más arriba el cielo se abre ante un akelarre improvisado.
Y aunque yo tenga algo de hechicero y de brujas sepa contar muchas cosas, la verdad... la verdad verdadera es que no llegaré siquiera a imaginar lo que sucede más arriba de Madrid.
*
No soy yo quién, para hablaros de brujas y de noches de lluvia.
Vísceras, palabras, miradas, risas... si oyes un muhahahahahahaha, son ellas que se ríen muy dentro de la caverna.
Caverna de diseño. Ambiente de mp3. Humareda inexorable.
Reunión de quienes diariamente acostumbran a preparar hechizos y brebajes, transformando príncipes en sapos y gatos en caballeros danzantes. Con la palabra, la emoción, la asfixia o simplemente con los pies.
Tapiz multicolor de todo cuanto miran, oyen y tocan.
Cuatro brujas contemporáneas, que se angustian por verse, por llevarse sorpresas en la bolsa, cuasimodas perfectas y adorables, cutrelux a toneladas, chantajes en los azulejos, historias de carreras por la ciudad...
Y si me equivoco y no son ellas brujas, porque al fin y al cabo la brujas son malas-malísimas, entonces llamémoslas brujas blancas, excepto a una que le encanta el negro. Y estas brujas blancas captan un pedacito la una de la otra, aunque no lo digan o no lo crean, y se hacen más brujas para seguir camino de la nada, llenándolo todo sin saberlo o sin decirlo.
Pero finalizo aquí mi cuento, que no soy yo quién, para hablaros de brujas.
Llueve en Madrid y más arriba el cielo se abre ante un akelarre improvisado.
Y aunque yo tenga algo de hechicero y de brujas sepa contar muchas cosas, la verdad... la verdad verdadera es que no llegaré siquiera a imaginar lo que sucede más arriba de Madrid.
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7 comentarios
burma -
carlos -
Las cuatro "fantásticas" que sigan de marcha....!!
muHAHAHAHAHAHAHAHA!
*
Bud-white -
Un abrazo a ti, que a ellas ya se los voy a dar de sobra este finde.
burma -
Gracias por ver y hacer especial la magia que no es sin ojos que crean en ella.
vireta -
q sepas q estas aqui con nosotros y q los cuasimodos han tiunfado... el mio ya lo veras los hice en los ultimos 10 mins de curro...
hbdflkuraehhaeugh
G. -
Es un placer que hayas decidido sumarte al encuentro.
Un beso para el hechicero que va en bici en lugar de subirse en la escoba.
Nuala -
Tu siempre serás quién, cómo y por qué.