Sacudida
Hay una sensación humana y recurrente, que tiene lugar en ciertas épocas, en ciertas ocasiones.
Y no es un olor o fragancia, como alguna vez pensé. Tampoco es una esencia. Es algo más. Es una impresión de que algo ha sucedido durante algún tiempo. Y que te marca. Y que te marca y te marea.
Puede ser algo que se ha sentido o realizado durante un par de semanas o un par de meses. Acaso un año entero.
Pero lo cierto es que se adivina, cuando ya ha pasado. Cuando ya ha sucedido.
Va asociado a la música, el olor, las emociones. No lo tengo muy claro.
No hablo de recuerdos, hablo de oleadas, hablo de vapor que inunda los tramos entre un día determinado y otro más difuso.
Y entonces, pasados esos momentos, y olvidados, un día vas en el coche, o en el metro, o esperas a que empiece una película, sentado en una butaca de cine, solo o acompañado, rodeado por el rojo, lo negro y lo blanco, con el cuerpo relajado y la mente dispuesta... y entonces, llega a nosotros ese aroma del pasado, esa nostalgia, esa sensación de haber hecho algo maravilloso...
... y que ya no posees.
Ni siquiera está en tu cabeza. No es de tu propiedad. Flota por ahí, en las salas de cine o dónde menos lo esperas.
Esos mares sin nombre, nos hacensonreír.
Y aunque sonreír no es la palabra que buscaba, si es lo que sucede al salir de ese mar.
*
Y no es un olor o fragancia, como alguna vez pensé. Tampoco es una esencia. Es algo más. Es una impresión de que algo ha sucedido durante algún tiempo. Y que te marca. Y que te marca y te marea.
Puede ser algo que se ha sentido o realizado durante un par de semanas o un par de meses. Acaso un año entero.
Pero lo cierto es que se adivina, cuando ya ha pasado. Cuando ya ha sucedido.
Va asociado a la música, el olor, las emociones. No lo tengo muy claro.
No hablo de recuerdos, hablo de oleadas, hablo de vapor que inunda los tramos entre un día determinado y otro más difuso.
Y entonces, pasados esos momentos, y olvidados, un día vas en el coche, o en el metro, o esperas a que empiece una película, sentado en una butaca de cine, solo o acompañado, rodeado por el rojo, lo negro y lo blanco, con el cuerpo relajado y la mente dispuesta... y entonces, llega a nosotros ese aroma del pasado, esa nostalgia, esa sensación de haber hecho algo maravilloso...
... y que ya no posees.
Ni siquiera está en tu cabeza. No es de tu propiedad. Flota por ahí, en las salas de cine o dónde menos lo esperas.
Esos mares sin nombre, nos hacen
Y aunque sonreír no es la palabra que buscaba, si es lo que sucede al salir de ese mar.
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8 comentarios
imaginate -
Su estado de ánimo no lee las sonrisas. Pero yo sí :)
Carlos -
no e un pantano, e un mar.
carmen -
imaginate -
besos
Nepomuk -
Si yo le contara...
bacterio -
Bah, eso es lo que da textura a la realidad y la hace interesante.Si las cosas sólo fueran lo que parecen, esto sería un aburrimiento.
Saludos
guisante -
recuerda que spica es una estrella que brilla, eh?
un besito
Nuala -