Recuerdos
Al salir del trabajo sentí el olor a lluvia en el aire, y recordé que el olor a lluvia es parecido antes y después del temporal.Mientras descendía calle abajo en busca de mi coche, y olvidando poco a poco la jornada laboral, súbitamente recordé las tardes de lluvia en casa de mi abuela, aquella sensación de seguridad y libertad completa (¿completa libertad?).
El agua corriendo por los tejados y todos sus nietos jugando bajo los gruesos chorrerones de agua limpia que caían por aquellas viejas canaletas en forma de "U" (¿localización?).
Hojas húmedas flotando por aquí, hormigas valientes por allá, todos naufragos en la tormenta del patio de mi querida abuelita (¿casting?).
Y luego ese olor a pan recién hecho, esas galletitas de vainilla, ese café con leche tibio, (atrezzo), la voz melodiosa de esa viejecita encantadora, las cámaras, las paredes envejecidas pero limpias, el vestuario, el olor a madera, (¿preparados?) y sobretodo, sobretodo, tan fresco en mi memoria:
...el sabor inconfundible de las pizzas de CASA TARRADELLAS "la pizza que alimenta".
ACCIÓN!
(mi jefe se caerá de culo cuando le comente esta idea para "nuestronuevocliente").
CORTEN!
11 comentarios
Patricia -
Hasta 6º o 7º de EGB no fui sola a clase, pero sin embargo cuando hacía algo mal,la somanta de palos caía.
Y tampoco me fue tan mal.
Ahora los niños son mini-monstruos (no todos, pero alguno hay)
Nuala -
Carlos los nietos actuales salen psicóticos, yo no sé qué será peor. :)
(v) i r e t a: -
Carlos -
Eso si, un poco neuróticos salimos todos los nietos.
Nuala -
Isthar -
Por lo menos con ese tipo de anuncios a uno no le entran instintos asesinos hacia los publicistas :P
(v) i r e t a -
jajajajjajaaa
Nuala -
Nuala -
¡Hey, esas pizzas están buenísimas! Las abuelas no cocinan pizzas, pero empanadas, sí. Yo concedo el beneficio de la duda a las abuelas catalanas por esto de la tradición fabril y que se asentó allí un buen número de comerciantes italianos en el año del chimpún, lo que podría explicar que allí sean tradicionales (que ni idea, vaya).
Aquí venden Café Las Candelas, que al parecer es típicamente gallego según los anuncios. Yo es que en Galicia no he visto un cafetal en mi p*** vida, pero vale, si ellos lo dicen.
De pequeña, me encantaba ir a comprar café con mi tía. En esa época el café no lo comprabas empaquetado sino que te lo vendían al peso en bolsas de papel, y la achicoria también. Ese café, que para mí es el de toda la vida (tampoco soy tan mayor), era del Trópico o de Siboney. Y entrar en una de esas tiendas era un placer por lo bien que olían.
Te cuento esto por si os pillan para una campaña de café también. Incluye una niña con coletas agarrada de la mano de alguien, fascinada por un molinillo.
Nepomuk -
Nepomuk -