Sin ganas
He estado observándolo durante el último año en el trabajo y la conclusión es contundente.
Y no sé cómo lo logra, porque creo que fisiológicamente es casi imposible.
También psicológicamente.
Me empecé a fijar por casualidad, un día de intenso trabajo.
Sobre todo en el saludo diario. Saludar a todos los demás excepto a él.
Allí de pie, con las cabezas mirando al techo, o mirando al frente, un pie delante y otro detrás, al estilo vaquero, simplemente estático estático, o dinámicamente inquieto; iban y venían los saludos con todos los demás.
- Hola, Qué hay, Buenos Días, Qué tal todo.
(Ya estarán ustedes sobre la pista)
Pensé que podía deberse a la cantidad de agua de su botella sobre el escritorio. Pero no. Es transparente y a medio llenar.
Me pregunto si es fuerza de voluntad o miedo a lo divino.
Y no es que se me esconda a puertas cerradas. Las estadísticas no mienten: durante 1 año, al menos una vez tropiezas con todos los demás.
Y ganas, ganas, lo que se dice "apremio verdadero" tenemos todos al menos 1 vez por año.
Por arrogancia no creo que sea. Es una persona sencilla y humilde.
O será que tiene una forma "alternativa" para resolver "ese" tema.
(Ya estarán ustedes sobre la pista)
Creo que nunca lo sabré.
Ni ustedes tampoco.
Pero la conclusión es contundente: mi jefe nunca ha entrado en los baños de la oficina.
Y no sé cómo lo logra, porque creo que fisiológicamente es casi imposible.
También psicológicamente.
Me empecé a fijar por casualidad, un día de intenso trabajo.
Sobre todo en el saludo diario. Saludar a todos los demás excepto a él.
Allí de pie, con las cabezas mirando al techo, o mirando al frente, un pie delante y otro detrás, al estilo vaquero, simplemente estático estático, o dinámicamente inquieto; iban y venían los saludos con todos los demás.
- Hola, Qué hay, Buenos Días, Qué tal todo.
(Ya estarán ustedes sobre la pista)
Pensé que podía deberse a la cantidad de agua de su botella sobre el escritorio. Pero no. Es transparente y a medio llenar.
Me pregunto si es fuerza de voluntad o miedo a lo divino.
Y no es que se me esconda a puertas cerradas. Las estadísticas no mienten: durante 1 año, al menos una vez tropiezas con todos los demás.
Y ganas, ganas, lo que se dice "apremio verdadero" tenemos todos al menos 1 vez por año.
Por arrogancia no creo que sea. Es una persona sencilla y humilde.
O será que tiene una forma "alternativa" para resolver "ese" tema.
(Ya estarán ustedes sobre la pista)
Creo que nunca lo sabré.
Ni ustedes tampoco.
Pero la conclusión es contundente: mi jefe nunca ha entrado en los baños de la oficina.
9 comentarios
carmen -
gabriel -
no hay otra
saludos
Nuala -
Tu jefe no se llama Manekken.
Tiene problemas de próstata, o la tiene muy pequeña y no quiere que nadie se entere.
Es un tipo muy disciplinado y siempre recuerda bajar la tapa. Es probable que cuando va al bar a tomar un café, aproveche para dejar un recuerdo si los servicios son individuales. Es mayor y ya no espera progresar más en su carrera, porque no está al corriente de las últimas ténedencias que fomentan el espíritu de equipo. Pero tampoco es tan mayor como para que su vejiga reviente, o sea que vamos a imaginarle bordeando la cincuentena. Ah y está delgado.
(Hay otra variable. Tu jefe es muy joven y no hace mucho que lo es, con lo cual sigue hacie ndo méritos e intenta crear un ejemplo no parando ni para mear. Pero yo voto por lo que he dicho antes.)
Carlos -
Y hay quien se queja del RING de los móviles...
Nepomuk -
fujurdragonblanco -
fujurdragonblanco -
(Viendo)
Pues es otro quejica como yo. Aunque yo soy feliz. Como el hombre que regaba las rosas.
Carlos -
Por cierto, he descubierto algo para ti:
http://www.dragonnegro.blogspot.com//
¿le conocías?
fujurdragonblanco -