Abrazado a Arturo
Arturo subió por primera vez a un vagón de Metro cuando era un bebé. Y desde ese primer momento, siempre se asustó del bullicio que hay dentro de los vagones, y del traqueteo siniestro sobre los rieles, y del aspaviento que deja el monstruo de metal al entrar al andén. Con ojos asustadizos, miraba aquella mole de acero y madera que se acercaba como brazo que se estira y estira sin fin. Así que Arturo no halló otra solución que aferrarse fuerte a su madre, a su tía o a quienquiera que lo llevase en brazos al entrar al vagón. No importaba que fuera sentado en su silla confortable, nada más sentir a esa bestia compuesta de cajas metálicas, Arturo buscaba zafarse y se refugiaba en algo mullido. Con sus dos brazos, aprendió a buscar cuellos, nucas y bustos a los que sujetarse y no soltarse hasta sentirse inmóvil. Estático. En la acera.
Y Arturo creció.
Con el miedo.
Arturo es muy conocido en las líneas 4, 6 y 10 que por donde normalmente pasa a diario. Nada más entrar, están Don Emiliano o Doña Mariana que le abrazan con fuerza para minimizar el trauma inicial de entrar al vagón. Le reciben como a una pelota de rugby que es atrapada con ganas y garra, bien sujeto le acompañan de Bilbao a Argüelles, pasando por San Bernardo y le cantan alguna cancioncilla. En la línea 6, normalmente le recibe Eduardo o Roberto que a esas horas regresan a casa, luego de trabajar toda la noche, le abrazan recíprocamente y ambos van contándole pequeñas anécdotas de la noche, mientras se bambolean de aquí para allá. Le acompañan de Argüelles a Príncipe Pío pasando por Plaza de España y Arturo aguanta la respiración en la curva final antes de bajar y hacer la transferencia.. Finalmente, de Príncipe Pío a Batán, pasando por Lago la cosa es tan caótica que da lo mismo quien le abrace. Da lo mismo. Todos conocen a Arturo, y cuando le ven venir le abrazan con cariño y cuidado. En ese trayecto da lo mismo que le abrace un señor de corbata, un vigilante de la jaula de los leones del Zoo, una prostituta de Casa de Campo o tú mismo.
Arturo no sonríe, ni se asusta cuando viaja abrazado a alguien en el metro. Sólo le preocupa agarrarse bien a esa espalda, a esa nuca, a ese cuello que le lleva, mientras piensa en las cosas más normales del día a día... lavar sus camisas, comprar una buena colonia, cambiar de champú, renovar su cepillo de dientes, escribir las tarjetitas que suele dejar en los bolsillos de sus acompañantes y que dicen: gracias!.
Cosas normales.
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13 comentarios
niña -
carlos -
no te perdono.
;)
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nadie pide perdón -
carlos -
le avisaré a Arturo.
Príncipe Pío es una de las estaciones que más me gustan.
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la sombrilla -
Mantendré los ojos más abiertos y escribiré tarjetas para meterle en el bolsillo, si algún día me lo encuentro.
Carlos -
en todo caso, tu última pregunta tiene respuesta afirmativa.
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fujurdragonblanco -
"Le acompañan de Argüelles a Príncipe Pío pasando por Plaza de España y Arturo aguanta la respiración en la curva final antes de bajar y hacer la transferencia.."
La línea 3 está cortada por obras (lo sé de buena tinta, Metro de Madrid siempre jodiendo). ¿Arturo hace transbordo de la circular a la azul en Príncipe Pío?
Àlex -
Eride -
Abrazarse a lo primero que pase en el metro, qué valor...
Eride, ¡POR UN OLFATO DIGNO!
(me encanta este post)
nadie corrige -
Lo de la linea amarilla es otra historia.
Por algo los llaman los SOPLANUCAS.
nadie -
Ellos dicen que esta actitud es por su "propio bien" (de Arturo), pero los viajeros de la linea ROJA opinan que en la linea amarilla no les gusta abrazar a nadie, porque de pequeños, la primera vez que viajaron en metro, sus madres les abrazaron demasiado fuerte.
Los de la linea ROJA, por otro lado, son famosos porque no sólo abrazan a Arturo cuando éste aparece por allí, sino que les encanta abrazarse y tocarse el culo unos a otros, y lo hacen habitualmente. No es raro en esta linea (tambiíen llamada la linea MIMOSA) ver sólo a 3 o 4 pasajeros en un vagón, a última hora de la noche, viajando apretujados contra una puerta, como si el resto del tren fuera lleno de gente.
En fin.
Lo normal.
guisante -
y un buen orador
(qué les cuenta sino cuando va agarrado a las espaldas de los demás?)
o es que arturo es ciego?
;)
aiyana -
Lo mejor que podía hacer Arturo es irse a Soria.