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Spica *

Ángeles en bicicleta

Ángeles en bicicleta

Pasar como una saeta entre dos coches y autobuses interminables,...
Zigzagear entre peatones que cruzan correctamente y yo que entro por las rendijas de sus piernas como un tren bala,...
Doblarse sobre el manillar y rozar las manetas con los índices, adivinando el momento justo de frenar,...
Atravesar las puertas que se abren, la gente que cruza, los motoristas que caracolean, las manos que asoman, humo que envuelve,...

Bajar desde Castilla a Atocha con todos los semáforos abiertos, a un ritmo frenético; que sólo de espectáculo al público que viaje dentro de un autobús.

Y al que cierra los ojos sobre el sillín.

*** Segundo deseo pedido a San Telégiro, ángel guardián de todos los ciclistas.

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4 comentarios

Eride -

Lo bueno de vivir "en lo más alto del puto castillo de Heidi", como decía un amigo mío de la llana Valencia (que no tengo claro si distinguía Heidi de Dragones y Mazmorras) es precisamente que por el casco urbano no se ven bicicletas.

Y más les vale. Como empiecen a salirme kamikazes entre los retrovisores me compro una sarten portátil.

la sombrilla insolada -

Ya era hora de que alguien desmintiera la vieja leyenda de que los ángeles tienen alas... Ahora sabemos que lo que tienen son RUEDAS... Claro, no podía ser de otra manera.

guisante -

y te esperaba un pan con tomate de rechupete!

fujurdragonblanco -

Y decíamos de la ñuquibici... ¿cuantos ruídos puedes hacer entre los peligros del centro de Madrid?