Alma errante en el Carrefour
La veo en el pasillo y le reconozco. Ella no me ve a mi.
Dejo el carro lleno de chorizos, yogures de pera, queso para sándwich y pan bimbo, y le sigo discretamente.
En el pasillo de salsas y condimientos, le veo escoger el ketchup muy concentrada. Y yo muy concentrado retrocedo en el tiempo, hasta aquella mini-cena en la que ella me esperaba con unos divinos tortelinis a la putanesca y yo, con la intención de bromear, fui a por el ketchup, y ella, como siempre, improcedente, me lanzó el plato de tortelinis a la cabeza. Y luego terminamos bañados en ketchup. Entre mares de tomate, sal y vinagre; navegando sobre un plato de tortelinis.
Le sigo de cerca por los pasillos del super.
Y cada balda, un recuerdo. Y ella no me vé.
En los congelados, nuestro viaje a Alaska.
En los vinos, nuestra borrachera dentro de una piscina desconocida.
En las verduras, tu obsesión por las calabazas y tus explicaciones de Feng Shui.
En las infusiones, haciendo el amor vestidos con albornoces robados de aquel lujoso Spa.
Toda nuestra vida en los pasillos de una gran superficie, y resulta que no llevamos un carrito entre los dos.
Yo te sigo furtivo, pasando una película antigua en mi cabeza y tú flotas concentrada entre botes de tomate frito, aceitunas y garrafones de agua mineral.
Y así te sigo hasta que llegas a la caja, con otra vida en tu carrito y yo con la mía olvidada en algún pasillo de todo este inmenso lugar. Esta inmensa vida.
Pagas y te veo marchar, empujando tu carrito, tu nueva vida, concentrada, sin mí.
Y yo me quedo errante, rodeado por cientos de personas, todas con sus recuerdos en el carro, con botes de ketchup, yogures de pera y pan bimbo.
Todos menos yo.
*
Dejo el carro lleno de chorizos, yogures de pera, queso para sándwich y pan bimbo, y le sigo discretamente.
En el pasillo de salsas y condimientos, le veo escoger el ketchup muy concentrada. Y yo muy concentrado retrocedo en el tiempo, hasta aquella mini-cena en la que ella me esperaba con unos divinos tortelinis a la putanesca y yo, con la intención de bromear, fui a por el ketchup, y ella, como siempre, improcedente, me lanzó el plato de tortelinis a la cabeza. Y luego terminamos bañados en ketchup. Entre mares de tomate, sal y vinagre; navegando sobre un plato de tortelinis.
Le sigo de cerca por los pasillos del super.
Y cada balda, un recuerdo. Y ella no me vé.
En los congelados, nuestro viaje a Alaska.
En los vinos, nuestra borrachera dentro de una piscina desconocida.
En las verduras, tu obsesión por las calabazas y tus explicaciones de Feng Shui.
En las infusiones, haciendo el amor vestidos con albornoces robados de aquel lujoso Spa.
Toda nuestra vida en los pasillos de una gran superficie, y resulta que no llevamos un carrito entre los dos.
Yo te sigo furtivo, pasando una película antigua en mi cabeza y tú flotas concentrada entre botes de tomate frito, aceitunas y garrafones de agua mineral.
Y así te sigo hasta que llegas a la caja, con otra vida en tu carrito y yo con la mía olvidada en algún pasillo de todo este inmenso lugar. Esta inmensa vida.
Pagas y te veo marchar, empujando tu carrito, tu nueva vida, concentrada, sin mí.
Y yo me quedo errante, rodeado por cientos de personas, todas con sus recuerdos en el carro, con botes de ketchup, yogures de pera y pan bimbo.
Todos menos yo.
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8 comentarios
romina -
Paz y cordura para todos.
valpertuna -
para mí es casi algo terapéutico.
posiblemente te pidamos un esfuerzo diario, pero te aseguro que haces un bien.
gracias.
valpertuna -
Bud-white -
swaggerboy -
Stupenda!
Nuala -
Pero cuando aún la hacía, mientras elegía el atún o miraba DVDs película, de repente notaba una mirada, y levantaba la cabeza y ahí estaba él, mi pareja, en otro pasillo (eran altos,sí) mirándome a escondidas. O mientras íbamos por la calle, me encontraba hablando sola, y miraba atrás y allí estaba, parado en medio de la calle, unos metros atrás, porque le gustaba verme caminar. Y cuando pillaba in fraganti esa mirada y esa sonrisa (he tenido dos parejas que hacían eso) sonreía a mi vez y pensaba que tenía mucha, mucha suerte.
Y es verdad, la tengo.
nadie -
Pero SIEMPRE nos quedarà el yogur de peras.
Carlos -
Un día para no olvidar!
Y por una vez, BLOGIA, ha resguardado mis posts, ya que todos los de mi ordenata, han "volado"... se les oía decir NON SIN SPICA!!, NON SIN SPICA!!!
Así que esa es la razón de mi pequeña desaparición de ayer.
Pero si,... ya me intuía yo un poco de resaca en la blogosfera.
A ver a qué velocidad nos actualizamos, ...