Dentro de un cuento de madera
12 de enero, 1999
Argentina.
Son las 7´10 de la tarde y el sol quema mi cara desde lo alto del cielo. Un cielo ardiendo.
Me encuentro en Villa de Angostura, un pueblo hermosísimo a orillas del Nahual Huapí, por su otra orilla en la que se intuye Bariloche.
Mauro y yo, acabamos de comer una lata de tomate en salsa o sopa, no lo tengo muy claro.
También hemos engullido cuatro salchichas y una barra de pan. Esta vez el zumo es de pomelo marca grappefruit. Estoy sentado en un parque infantil con un tren de vapor en frente, un tren de juguete que rueda rápido, a un lado toboganes múltiples, y otro tobogán gigante. Todo construido de madera, y pintado con miles de colores. Todo muy artístico. Son pequeños y delicados. Bien trabajados como por un artesano juguetero. En el parque están los niños pequeños entre 2 y 7 años. Quizá menos.
Hay una casita de turismo que se ha escapado del parque de juguetes, y me digo a mi mismo como todo el pueblo. Madera clara y muchos lugares jóvenes (casi vírgenes) para disfrutar. Me siento turista como nunca, en este largo viaje. Tanto en Bariloche como aquí, las oficinas públicas parecen museos de artesanía, césped verde, casita de madera, techo tipo chalet, flores abundantes, estatuas alegres, letreros labrados... provoca trabajar en el gobierno y ser funcionario. Aquí si. Hay puentecitos de madera y muchas cosas antiguas que sugieren un respeto a los pioneros y a sus obras...
Mauricio analiza las posibilidades de las rutas a seguir y sus implicaciones. Salió a buscar información, y exageradamente puedo afirmar que debe estar en algún bar, intentado ligarse dos chicas con las cuales jugar dentro de este trencito de madera. Si son como todo el pueblo, probablemente regresará con dos hadas de cuento. Como todo lo que nos rodea.
*
Argentina.
Son las 7´10 de la tarde y el sol quema mi cara desde lo alto del cielo. Un cielo ardiendo.
Me encuentro en Villa de Angostura, un pueblo hermosísimo a orillas del Nahual Huapí, por su otra orilla en la que se intuye Bariloche.
Mauro y yo, acabamos de comer una lata de tomate en salsa o sopa, no lo tengo muy claro.
También hemos engullido cuatro salchichas y una barra de pan. Esta vez el zumo es de pomelo marca grappefruit. Estoy sentado en un parque infantil con un tren de vapor en frente, un tren de juguete que rueda rápido, a un lado toboganes múltiples, y otro tobogán gigante. Todo construido de madera, y pintado con miles de colores. Todo muy artístico. Son pequeños y delicados. Bien trabajados como por un artesano juguetero. En el parque están los niños pequeños entre 2 y 7 años. Quizá menos.
Hay una casita de turismo que se ha escapado del parque de juguetes, y me digo a mi mismo como todo el pueblo. Madera clara y muchos lugares jóvenes (casi vírgenes) para disfrutar. Me siento turista como nunca, en este largo viaje. Tanto en Bariloche como aquí, las oficinas públicas parecen museos de artesanía, césped verde, casita de madera, techo tipo chalet, flores abundantes, estatuas alegres, letreros labrados... provoca trabajar en el gobierno y ser funcionario. Aquí si. Hay puentecitos de madera y muchas cosas antiguas que sugieren un respeto a los pioneros y a sus obras...
Mauricio analiza las posibilidades de las rutas a seguir y sus implicaciones. Salió a buscar información, y exageradamente puedo afirmar que debe estar en algún bar, intentado ligarse dos chicas con las cuales jugar dentro de este trencito de madera. Si son como todo el pueblo, probablemente regresará con dos hadas de cuento. Como todo lo que nos rodea.
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15 comentarios
Nuala -
Yo creo que el éxito se le ha subido a la cabeza. A ver si está de resaca postmanifestación.
De todas formas hoy ha habido poco movimiento. O eso me parece a mí. :)
guis -
otra vez de viaje?
nadie se ha dado cuenta que cuando carlos se va de viaje spica desaparece?
no será un poco como superman y clark kent?
ai vaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Ella y su orgía -
Eride -
sá -
A que no te gusta, eh? a que no, eh?
Nepomuk -
Y podría decir más cosas si los gritos de ayer no me hubieran secado el poco seso que me quedaba...si es que...yo soy como la Santa Madre Iglesia. No he nacido para las "manis".
venganza morena -
si tú diCes ganB gib sEré toda pAra ti,
miS poSt màs profuNdos taMbièn tE los daré mis esCritos que sOn poCos,
sErán tUyOs taMbién,
Si Tú diCEs gAnB Gib
si tÚ diCeS GaNB giiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiB
lA aLala laLala laLAlal lalalA
nadie -
Nuala -
nadie -
nadie -
guis -
no he dicho nada sobre el post. Es precioso! Como en un cuento de Tolkien...
*
venganza morena -
SI A LA CUENTA ATRÁS!
guisante -
¿va a ser él tu substituto?
ya podemos decir: FUERA SPICA, WELCOME MAURO?
Nuala -
El viaje continúa, pero ya no es igual.