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Spica *

Etimología sideral

Etimología sideral


Patricia va paseando por un centro comercial, aburrida, desinteresada por la vida y bastante harta de tenerlo todo y no tener nada. Dulce incoherencia. Entonces ve, en un escaparate, un bolso que le gusta. Le hace tilín hasta el fondo del estómago. Es el bolso que siempre soñó y nunca había visto. Un bolso color crema hermosísimo conjuntado en una mezcla de cuero auténtico con tela resistente que lo hace el inefable compañero para cualquier ocasión. El bolso de su vida. Así que controlando la emoción, entra a la tienda sonriendo y mirando a los ojos de la dependienta. Metiéndose en el papel de la perfecta compradora tantas veces aparentado en su vida consumista. El bolso le fascina tanto que en su cabeza oye como le llama por su nombre: Patriciiiiiia!, Patriiiiiiciaaaaa!...
... ese bolso la saciará para siempre.

***

Fernandina lleva toda la mañana leyendo el HOLA, viendo pasar el mundo por delante de la tienda en la que trabaja. Viendo pasar miles de ojos delante de su escaparate cristalino. Nadie entra. Nadie la ve. Nadie la saluda. Nadie le dice que es “de agradecer” el que pase mil horas en ese mostrador, esperando al siguiente cliente. Nadie sabe lo que es ser Fernandina en un centro comercial en un minúsculo espacio lleno de bolsos y zapatos.

Pero hoy Fernandina va a inventarse un juego.
Sin rodeos y sin remordimientos.

Inapelablemente a la próxima cliente que entre por la puerta, Fernandina se ha jurado no venderle nada. Se inventará mil excusas, mil colores, mil razones como ojos que pasan por ese escaparate. Mil negativas para, por una vez, ser ella la que decide lo que pasa en ese minúsculo lugar en el que respira todas las mañanas.

Justo cuando Fernandina santifica su juramento y su proclama, entra Patricia por la puerta mirándola a los ojos.

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16 comentarios

carlos -

jo, Patricia has descrito perfectamente tu misma la sensación "del blog"... "no hay ninguna forma de retroceder en el tiempo de Spica"...

gracias.

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Patricia -

Bueno, yo no creo que llame al encargado y haga que la despidan, como alguien ha dicho. Y yo creo que las dos conseguirán su objetivo.

Quizá Fernandina consiga no venderme nada, digo venderle nada a Patricia y Patricia comprará el bolso de su vida, quizá más tarde, cuando Fernandina rompa su juramento.

Por cierto, al entrar me he he sentido desconcertada: llevo mucho tiempo sin hacerte una visita y venía con ganas de ponerme al día, pero para mi sorpresa, no hay ninguna forma de retroceder en el tiempo de Spica. Entonces, ¿cómo me pongo al día? No quiero perderme nada de lo que hayas escrito antes de estos 5 posts buaaaa

carlos -

la historia derivaba hacia una ruptura en el espacio-tiempo, y nacía un nuevo ente dominador basado en un maniquí... algo así.

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aiyana -

La anonima era yo, lo siento

Anónimo -

Dos personas que unen por un breve espacio de tiempo sus vidas y esto cambiará el giro de las mismas? Lo digo por el título que me pierde

burma -

Yo creo que van de farol:
lOs dos

Nuala -

Anda que no tienes ni morro ni ná, Carlos. :p

carlos -

no hay desenlace.
lo había, y de allí viene el título... pero lo he pensado mejor, y os lo dejo ahí tirado.

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Nuala -

Pues para entender el título es para lo que necesitamos la segunda parte, Fujur. Por lo menos yo. :D

fujurdragonblanco -

¿¿Etimología sideral??

No puedo agarrar el título por ningún lado. ¿Dónde está el asa?

fujurdragonblanco -

No debería haber desenlace. Es la lucha de los contrarios. El equilibrio perfecto.

Causa tensión sexual.

valpertuna -

choque de voluntades.
querer imponerte a alguien
las dos pierden.
me alegro de haberte recuperado.

nadie -

Patricia llamará al encargado y Fernandina será despedida. Finalmente, Patricia tampoco se comprará el bolso, ni volverá a entrar jamás a esa tienda. O por lo menos hasta las rebajas.

(V) -

al final al patricia convence a fernandina para q se compre el bolso ella????

Nuala -

Pues nada, a esperar el desenlace.

la sombrilla -

Todos contentos. Si Patricia consiguiera ese bolso se acabaría aburriendo de él. Y volvería de nuevo esa sensación de vacío...

Y además, si Patricia tiene un blog, podrá contar lo surrealista del intento...